Análisis Heavy Rain

LLORANDO BAJO LA LLUVIA

Descubre al "asesino del origami"

David Cage mostró sus credenciales como director de cine en su anterior proyecto; Farenheit. Y es que, tratar a las creaciones de este buen señor, como simples videojuegos al uso, seria erróneo, e incluso injusto.

Como Farenheit, Heavy Rain es una bella rareza dentro del mundillo del videojuego, y por lo tanto, hay que tratarla como tal. Ambos títulos, profundizan en la transmisión de emociones, gracias a las crecientes posibilidades, tanto visuales como auditivas, que presentan las nuevas tecnologías; las cuales se ven aderezadas por sendos guiones y demás recursos argumentales.

Hablar de Heavy Rain no es algo fácil, ya que su alto grado de dramatismo, y su capacidad de implicar al jugador, mediante la toma de decisiones, y que éstas sean tan clave para la consecución de varios finales. Hacen de este título una obra maestra, a la altura de cualquier producción cinematográfica o literaria.

Su belleza gráfica, sin parangón, la perfecta recreación de la lluvia, y el cuidadísimo aspecto general. Elevan a Heavy Rain a lo alto del Olimpo del Videojuego.

La música y demás efectos sonoros son perfectos, y dada su elevada calidad, podrían rivalizar con los de cualquier producción Hollywoodiense. Llegando a ser pieza clave para el progreso de la aventura, dada su carga dramática.

En definitiva, Heavy Rain no es un videojuego, es algo especial, algo grandioso, perfecto. Tan perfecto que, como la vida misma, logra sacar del jugador; sus peores temores, sus esperanzas, sus frustraciones...  Y por lo tanto, la obra de David Cage no se juega, se vive.

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